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La realidad de los sorteos de obras en RD

La realidad de los sorteos de obras en RD

La construcción es muy importante en muchos países (en República Dominicana aporta más del 12% del PIB). Sin lugar a dudas es toda una pieza clave para la reactivación o consolidación de la economía y debido a esto, vemos muchas iniciativas de instituciones públicas con nuevos sorteos y licitaciones. En este caso, hablemos de los sorteos iniciando con la siguiente pregunta:

¿Los sorteos mejoran la situación comercial de nuestra industria?

 Mi respuesta es un rotundo NO (Si, en mayúsculas). A continuación te diré el por qué. También acompáñame a dar unos pasos atrás para ver cómo funciona la construcción actual y algunos conceptos claves básicos:

Características del mercado de la construcción

El sector construcción es caracterizado por bajos márgenes con relación al valor de las obras si lo comparamos con otras industrias. Algunas de sus otras características son:

  • Las empresas compiten en mercados donde la ventaja competitiva se basa en el conocimiento local y habilidades de negociación. Elementos como propiedad intelectual o métodos desarrollados de manera única pasan a ser menos importante. 
  • Las barreras de entrada son bajas y la mayoría de los contratos se licitan y se ganan basándose en precio.

Este caso es una gran oportunidad para nuevas tecnologías y métodos, condición muy influenciada por la forma de contratación. En este caso nos referiremos al sorteo.

Sobre los sorteos de obras

Según la Dirección General de Contrataciones Públicas: 

Un Sorteo de Obras es el procedimiento de selección mediante la adjudicación al azar o aleatoria de un contrato entre participantes que cumplen con los requisitos necesarios para la ejecución de obras sujetas a diseño y precio predeterminados por la institución convocante” (Ley 340-06, Art. 16, numeral 3).

Se enumeran algunos beneficios por parte del Estado al hacer sorteos, entre los principales son:

  • Dinamizar la economía
  • Simplificar participación de profesionales
  • Transparencia del proceso

Estos procesos poseen una característica peculiar: los precios son determinados y fijados por la entidad contratante. 

Evidentemente con el tema de los precios tenemos una situación con el concepto de libre competencia que gozan las industrias más desarrolladas pero, ¿qué es la libre competencia? 

La libre competencia y por qué nos debe importar

Según economipedia: “La libre competencia es una situación en donde cualquier persona o empresa es libre de participar en una determinada actividad económica ya sea como vendedor o como comprador.

Cuando existe libre competencia, las empresas o personas son libres de entrar o salir de un mercado. Asimismo, tienen completa libertad para fijar el precio de sus productos con el objetivo de atraer las preferencias de los consumidores. Estos últimos por su parte, son libres de elegir qué productos quieren comprar y a qué oferentes quieren acudir.”

Los beneficiarios de la libre competencia lo podemos dividir en dos: Los clientes (en este caso el Estado) y  las empresas.

El beneficio de los clientes* (más información):

  • Mejores ofertas de precio
  • Mayores posibilidades de elección
  • Obtienen más calidad

*Al tratarse del Estado también se agrega otro beneficio: una mejor calidad del gasto.

El beneficio de las empresas (más información):

  • Igualdad de condiciones
  • Incentivo a mejorar la productividad e innovación
  • Contribuye al bienestar y al desarrollo de la economía

Consecuencias en el sector

Como vemos, en los sorteos no se compite por una mejor oferta ya que los precios ya están establecidos. Esa peculiaridad disminuye el incentivo de mejora porque premia el azar más que la competitividad. Esto, además de perjudicar el desarrollo local de la industria, lo deja más rezagado y vulnerable a competidores extranjeros.

Si posees una empresa competitiva con méritos para ganar un proceso, otra empresa menos competitiva puede ganar por azar. Por consecuencia, este proceso no te motivará a invertir en diferenciar tu empresa y personal, tampoco estarás incentivado a hacerlo por la naturaleza del mismo proceso.

Evidencias nos indican que el proceso de sorteo es inexistente en métodos de proyectos dentro de guías y textos de relevancia internacional. Además de esto, no se utilizan en países referentes en la construcción (sin caer en la falacia de la autoridad de cultura). ¿Y si nos guiamos de los que les ha ido mejor?

¿Cómo mejorar la situación?

Debido a esto, en vez de exigir más sorteos en obras del Estado para “dinamizar la economía” y otras “buenas intenciones” (que muchas veces resultan más perjudiciales que beneficiosas), exijamos mejores condiciones de libre competencia para que sigan creciendo nuestras empresas y profesionales competitivos y que el Estado desempeñe un rol fundamental que en este caso es:

  • Realizar licitaciones (u otros métodos de entrega convenientes) transparentes y simplificadas
  • Recuperar credibilidad hacia los contratistas para que participen en los procesos
  • Cumplir las leyes que incentivan la libre competencia, que investigue y sancione lo que la restrinja (Ver Ley 42-08).
  • Revisar y modificar las regulaciones o normativas que podrían estar restringiendo la competencia

A nivel mundial se han elaborado diversos métodos de entregas de proyectos además de las licitaciones y las comparaciones de precios. Uno es bastante peculiar, estos son los proyectos IPD o contratos colaborativos, estos poseen la ventaja de reducir el despilfarro de los proyectos significativamente y distribuye el riesgo entre el diseñador, el contratista y el cliente. Esto desata un ambiente de colaboración e innovación difícil de ver en los demás procesos que es beneficioso para optimizar los resultados del proyecto y aumenta el valor para el propietario.  Puedes leer más aquí.

Aplicando todo esto tanto en procesos tanto públicos como privados podría acercarnos a los beneficios que gozan muchas otras industrias: mayores márgenes, mejores precios, más innovación y mejores proyectos.

“La competencia no es sólo la base de la protección del consumidor, sino que es además el incentivo para el progreso.”

HERBERT CLARK HOOVER

Royner Tineo Reyes

2 Comments

  • Jorge Lewis Rodriguez Santos

    septiembre 27, 2020 2:04 pm
    Responder

    Interesante punto de vista, si bien es cierto los sorteos de obras no premian la competitividad, lo veo más como una oportunidad para nuevas empresas o nuevos emprendedores en las distintas áreas, en este caso la construcción.

    Las empresas con cierta capacidad luego de despegar, deberían optar por el concurso de obras. Elegir el método de licitación que se adapte mejor a la empresa y sus metas.

    Creo que cada método de licitación tiene sus bondades, y es de aplicación a cierto grupo en el mercado.

    Estoy de acuerdo con tu posición de que no es un método para el desarrollo en sí mismo, es más un incentivo a nuevas empresas y emprendedores a participar y en palabras simples: “salir premiados”.

    Buen artículo, sigue adelante!

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